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Pamela y Antar, en poco tiempo, se convirtieron en el ancla de nuestra boda. Desde nuestra conversación inicial ellos se convirtieron en nuestros amigos, no en los fotógrafos. Sin ellos no hubiéramos podido capturar en el tiempo nuestra memoria más preciada.

Adicional a todo su trabajo excepcional, desde un inicio hicieron todo su esfuerzo por entender el tema de la boda, y fueron  empáticos y adaptaron toda nuestra experiencia fotográfica a lo que nosotros intentábamos lograr con el tema. Para los que tengan duda la hicimos de Harry Potter en un bosque en Halloween. ¡No fue una boda tradicional! :D

Para finalizar, debo decir que en todo momento nos sentimos comprendidos y queridos. El organizar una boda gay viene con el esfuerzo contracorriente de enfrentarte a prejuicios y malos ratos. Con ellos, nos sentimos apapachados y en confianza, lo cual es ORO para nosotros. El detalle sorpresa al momento de entregarnos el contenido (el cual hicieron a tiempo) fue fenomenal.

¡Gracias por ser ustedes quienes hicieron que esa noche fuera mágica!