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Me hicieron vivir una pesadilla el día de mi boda.

Vivo en el extranjero y viajé varias veces, con mucho esfuerzo, específicamente a Toluca sólo para ir a esta tienda porque me enamoré de uno de sus vestidos. Sólo el vestido costó más de $40 mil pesos pero lo pagué porque pensé que iba a valer la pena.

Gran, pero gran error. Después de una serie de errores de parte de la tienda, que yo dejé pasar por no querer ser “bridezilla” acabé con un vestido defectuoso que arruinó el día de mi boda.

La tienda pidió el vestido equivocado, trató de “arreglarlo” dándome uno enorme y lo ajustó tan mal que me provocó problemas de salud el día de mi boda y hasta me dejó secuelas en la piel.

Mi boda fue hace más de un mes y sigo deprimida y llorando cada vez que me acuerdo.

Para agregar insulto a la herida, Selene, la gerente, primero intentó culparme por “no haber dicho nada en la tienda”. Como si no supiera bastante bien que ese ajuste lo hicieron el mismo día que me lo entregaron y sólo me lo probé unos minutos en tienda.

Al final, en todo su profesionalismo, en vez de trabajar conmigo para acordar una compensación (que le pedí porque tengo que ir al dermatólogo para tratar mis laceraciones), la gerente me ghosteó.

Si no quieres pasarte el día de tu boda llorando, si valoras tu dinero ganado con tanto esfuerzo, si quieres ser tratada con el mínimo de decencia por un proveedor que arruinó tu día tan soñado y planeado, te recomiendo encarecidamente que te mantengas alejada de este lugar.