anja.dudkiewicz

Recomiendo encarecidamente y advierto a las parejas jóvenes que no organicen una fiesta en este lugar. La ubicación encantadora nos tentó a organizar nuestra fiesta internacional en el Palacio; desafortunadamente, no teníamos idea de que la cooperación con el Palacio Rozalin se convertiría en una verdadera pesadilla.

Tratan al cliente con superioridad, ocupándose únicamente de sus propios intereses. Cero comprensión y pensamiento lógico por parte de los propietarios. Ante la pandemia, intentaron imponer a cada paso cláusulas muy desfavorables al contrato, escondiéndose detrás de los abogados. Finalmente, nuestra boda, pospuesta por un año, no pudo llevarse a cabo debido a la pandemia, pero nos vimos obligados a reclamar nuestro dinero en los tribunales; por supuesto, ganamos el caso al 100%. La propia propietaria admitió que tienen varios juicios pendientes con parejas... no hace falta mejor prueba para resumir su acercamiento al cliente. Espero que no arruinen los preparativos de nadie más para el día más hermoso de sus vidas como lo hicimos nosotros. ¡Mantenerse a distancia de!