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100% recomendablemente exquisito
Si estáis buscando un catering que no os defraude ni a vosotros ni a vuestros invitados... Este es vuestro catering. El equipo de Caravan es una maravilla. Desde el primer momento en el que contactamos con ellos supieron guiarnos y entendernos a la perfección. Nos han ayudado en cada detalle, tanto mobiliario para los diferentes momentos de la boda, como para la elección de aperitivos, bebidas y platos principales. El día de la prueba del menú nos llevamos a mis suegros y a mi padre con nosotros, que, aunque nosotros creemos que tenemos buen paladar y gusto, lo de nuestros suegros es otro nivel y, por otra parte, mi padre es de otra generación y menos dado a la comida "internacional", además de intolerante a la lactosa (como muchos otros invitados a la boda), por lo que teníamos varios flancos cubiertos ese día para saber cómo estaría todo el día de la boda. Creedme cuando os digo que salimos todos encantados de esa prueba. Aunque el postre no acabó de convencernos, por lo que les pedimos probar un par de minicakes individuales que nos trajeron a la visita técnica del sitio donde nos casamos. Solo os diré, que casi morimos de un orgasmo culinario al probar esas exquisiteces. Tanto es así que les pregunté si hacían el que no escogimos para algún evento porque necesitaba hacérselo probar a varias personas y que se deleitaran conmigo. No podrá ser, pero bueno, ¡seguimos con esta minicrónica!
Antes de la boda, estuvieron atentos a cada detalle en cuanto a alergias, intolerancias, menús infantiles varios, personas veganas y/o vegetarianas... Una gozada. Y aunque tuve que hacerles un cambio de última hora en el número de invitados, fueron tan amables como siempre al responderme.
El día de la boda, Caravan fue el primer proveedor en llegar y se pudieron manos a la obra. Son de esos proveedores que ves tan seguros que te transmiten tranquilidad a la hora de dejarlos hacer. Montaron el salón del banquete, su cocina, la barra para servir en la hora de la fiesta, las mesas y "corners" del aperitivo, los bancos para la ceremonia... Vamos, que trabajaron a destajo y sin descanso para que todo estuviera perfecto y... No defraudaron. Todo el mundo nos dijo que estaba todo buenísimo y que habían comido muy bien. Además, fueron tan atentos y amables con todo el mundo ese día que no tengo palabras. De verdad, qué calidad humana hay en ese equipo, y hablo por todos ellos. Para qué veáis cómo se preocuparon, tenéis que saber que, al ser boda en tiempos de pandemia, como imaginaréis tenían una hora límite para estar con nosotros, pero, como sabían que algunos nos quedábamos allí en el lugar un rato más de fiesta (puesto que dormíamos allí) nos dejaron unas cuantas bebidas preparadas y a mano para que no nos faltara de nada en ese ratito que seguimos con la celebración.
Ahora bien, la prueba de fuego, para que entendáis lo bien que lo hacen, es mi amiga Vanesa que, y esto es cierto, es malísima para comer y estuve a punto de cogerle menú infantil. Pues, bien, se comió su meloso sin parmentier, como me había pedido, y se arrepintió de no pedir parmentier (suerte tiene que su pareja comparte...) y, ojo a esto, el día de su boda le pidió a su madre que hiciera un bizcocho para ella porque no comería de su tarta... Y en mi boda repitió tarta maravillada con lo que se le había puesto en el plato. Ese es el nivel, amigos. Ese es el nivel. 100% recomendados. No dudéis en llamarlos y contratarlos.