- Magazine
- Banquete
-
Proveedores
- Lugares para bodas
- Fotógrafos bodas
- DJ Bodas
- Catering bodas
- Maquillaje novias
- Wedding planners
- Tiendas de novia
- Flores
- Tocados y Complementos
- Tiendas de regalos para invitados
- Tiendas para papelería de boda
- Decoradores de bodas
- Vestidos de fiesta
- Joyerías
- Agencias de viaje
- Coches para bodas
- Tiendas novio
- Maestro de Ceremonias
- Clases de baile
- Boda fuera de España
- Shop
- Invitaciones Invitaciones Invitaciones
- Luna de miel
Mala opción para la música
No quedamos nada satisfechos con el servicio recibido por parte de Dosaune en nuestra boda.
Inicialmente nos pidieron que rellenáramos un largo cuestionario para ver el tipo de música que nos gusta y nos sugirieron que preparáramos un listado con canciones que queríamos oír durante la celebración. Pues bien, estuvimos preparando minuciosamente (durante días y días) un largo Excel en el que detallábamos la música por género musical para que tuvieran un buen guión para el cóctel y la barra libre.
Para nuestra sorpresa prácticamente nada de lo que habíamos incluido en ese Excel lo estaban poniendo los dj's (eran dos, para más inri). Me acerqué a comentarlo con ellos y lo primero que me dijeron fue "ya ha sonado el 95% de lo que pedisteis". Pese a que lo dijeron con mucha seguridad se lo negué hasta que finalmente accedieron a abrir el Excel ahí mismo. Una vez demostrado que no estaban pinchando ni un 10% de lo pedido cambiaron el argumento a un "ponemos lo que la gente nos está pidiendo". Y yo pensando "¿y lo que he pedido yo, que soy el novio?".
En fin, la boda terminó con una pequeña discusión que amargó un poco la celebración. No respetaron ni siquiera la última canción que les había señalado que pincharan; básicamente, pincharon lo que les dio la gana. Si va a ser así, ¿para qué piden a los novios que preparen con tanta minuciosidad la música que quieren oír?
La impotencia de ya no poder hacer nada, unida a la sobredosis de reguetón que nos suministraron (¡no puedo con esa música!), pusieron un final malo a un día genial.
No remiendo a nadie que contrate con esta empresa la música de su boda (a no ser que le de exactamente igual lo que le vaya a pinchar).