Raquel

Actividad

Dosaune

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Mala opción para la música


No quedamos nada satisfechos con el servicio recibido por parte de Dosaune en nuestra boda.
Inicialmente nos pidieron que rellenáramos un largo cuestionario para ver el tipo de música que nos gusta y nos sugirieron que preparáramos un listado con canciones que queríamos oír durante la celebración. Pues bien, estuvimos preparando minuciosamente (durante días y días) un largo Excel en el que detallábamos la música por género musical para que tuvieran un buen guión para el cóctel y la barra libre.
Para nuestra sorpresa prácticamente nada de lo que habíamos incluido en ese Excel lo estaban poniendo los dj's (eran dos, para más inri). Me acerqué a comentarlo con ellos y lo primero que me dijeron fue "ya ha sonado el 95% de lo que pedisteis". Pese a que lo dijeron con mucha seguridad se lo negué hasta que finalmente accedieron a abrir el Excel ahí mismo. Una vez demostrado que no estaban pinchando ni un 10% de lo pedido cambiaron el argumento a un "ponemos lo que la gente nos está pidiendo". Y yo pensando "¿y lo que he pedido yo, que soy el novio?".
En fin, la boda terminó con una pequeña discusión que amargó un poco la celebración. No respetaron ni siquiera la última canción que les había señalado que pincharan; básicamente, pincharon lo que les dio la gana. Si va a ser así, ¿para qué piden a los novios que preparen con tanta minuciosidad la música que quieren oír?
La impotencia de ya no poder hacer nada, unida a la sobredosis de reguetón que nos suministraron (¡no puedo con esa música!), pusieron un final malo a un día genial.
No remiendo a nadie que contrate con esta empresa la música de su boda (a no ser que le de exactamente igual lo que le vaya a pinchar).

22 de septiembre de 2019

Autocares Jiménez Dorado

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Un desastre. Nos estropeó la boda.


Confiamosen esta empresa para un viaje de dos días previo a la boda y para el día mismo de la boda. El primero fue un desastre: para empezar, el autobús llegó 30 minutos tarde (sin haber recibido ninguna notificación ni aviso), lo que nos trastocó el horario de visitas y actividades de ese día. Luego el autobús en sí no fue mucho mejor. Sin aire acondicionado (mes de agosto), con asientos que no se reclinaban y otros que no se tenían derechos, etc. El conductor tampoco resultó mucho más amable y tuvimos que discutir con él para que retrasara la llegada al hotel del primer día, en consideración a que también habíamos empezado todo más tarde por su retraso. Mal sabor de boca. Después de hablar y comentar el desastre que fue aquel viaje con el gerente de la empresa, esta nos aseguró que el día de la boda todo sería absolutamente perfecto. Al comienzo todo estuvo bien, pero al final, no sabemos por qué, el conductor se negó de muy malas formas a llevarnos a los novios al hotel (como habíamos acordado con la empresa) y nos echó (literalmente) del autobús. El conductor acompañó las malas formas de actitudes que pusieron a las personas en peligro cuando, por ejemplo, arrancaba y paraba el autobús con la puerta abierta y gente aún en las escaleras (y otros -niños incluidos- de pie alrededor del autobús pensándose tranquilos porque estaba parado y con las puertas abiertas). Todo muy desagradable. Al final los novios nos tuvimos que buscar un taxi que nos llevara al hotel y nos fuimos con el amargor de haber discutido (de nuevo) en un servicio de Jiménez Dorado. Muy mala experiencia en general. Me tomo la molestia de escribir toda esta parrafada para evitar que alguien pueda pasar por algo similar e irse al hotel con el amargo de haber discutido en vez de con la sonrisa por la feliz celebración.

22 de septiembre de 2019