Marta

Inicialmente elegimos Colasanti para Rino (el propietario), a quien conocimos directamente en Tenuta di Ripolo donde nos casamos (haciendo el ritual bajo el gran roble de la villa y luego la recepción).
Rino nos dio solo 15 minutos porque obviamente estaba ocupado organizando el evento que tendría lugar en unas pocas horas, pero eso fue suficiente para convencernos. Básicamente se ocupa de la cocina e inmediatamente parecía ser una persona directa y genuina, con formas amables de hacer y con ideas claras sobre cómo gestionar el evento en ese lugar de acuerdo con nuestros deseos.
Posteriormente, también conocimos a su esposa Marina y su hija Chiara, que se ocupan de la administración y los preparativos, respectivamente. Ambos resultaron ser igualmente excepcionales y con la misma manera de hacer amable y fácil ...
¡Especialmente Chiara resultó ser una verdadera mano sagrada! Fue para nosotros como una especie de organizador de bodas, una presencia extremadamente profesional y tranquilizadora, con la que podríamos contar durante toda la duración del evento. Nos aconsejó sobre los preparativos, se dirigió a los proveedores con los que tuvo buenas experiencias con el automóvil y organizó en pocas horas un posible plan B en caso de lluvia, no solo para la recepción, sino también para el ritual (que afortunadamente no teníamos más de aplicar)!
Durante el evento, Chiara también pensó en preparar los favores y coordinó a las azafatas durante la distribución de los conos para tirar el arroz y las tarjetas con los nombres de las mesas. En resumen, su trabajo fue mucho más allá de lo debido y esa noche no tuvimos que pensar en nada y finalmente pudimos disfrutar de la fiesta.
En cuanto a la comida ... ¡fue suficiente escuchar los comentarios de los invitados en los días siguientes para comprender que la noche había ido genial! Todos estaban entusiasmados con todo, desde el buffet de aperitivos con pescado crudo, los quesos excepcionales y la pizza horneada en el lugar hasta miles de gustos diferentes, hasta la cena con risotto con langostinos, almejas y lima, hasta el buffet de postres con tiramisú compuesto por varios sabores, postres, pasteles de todo tipo y excelente fruta fresca.
Incluso el pastel de bodas era hermoso y estaba hecho exactamente como en la foto que le habíamos mostrado a Rino y Chiara: blanco en mantequilla y con bayas a la vista a lo largo de los pisos.
Desde entonces, ambos cónyuges intolerantes a la leche y uno de los testigos celíacos, además de adaptar el menú de la cena, hicieron un pastel adicional ad hoc sin leche ni gluten.
Otra amabilidad que realmente apreciamos fue el plato con dos rebanadas de jamón y pizza de higos que Rino nos hizo llegar durante el buffet de aperitivos, ¡solo porque recordaba que le gustaba mucho la novia!
En resumen, fue una fiesta maravillosa y todo salió muy bien gracias al equipo de Colasanti, que nos hizo sentir parte de la familia.

Marta y Francesco