Maria Jose

Mónica y Adrián no son unos fotógrafos de boda, son LOS FOTOGRAFOS. Hemos contado con ellos tanto en la boda de mi hermana cómo en la mía, y si volviéramos a casarnos, tantas veces lo hiciéramos contariamos con ellos. Son auténticos linces en su trabajo, no hay nada que se les escape y eres capaz de revivir todas las emociones del gran día a través de sus instantáneas tanto es así que casi puedes saborear de nuevo los platos o recordar el olor de naturaleza que envolvía,  en este caso, mi boda. Son eficaces y apenas sabes donde están porque se mimetizan con el entorno de forma admirable, lo que les permite captaro momentos únicos y huir de sonrisas forzadas y poses prediseñadas. Y si la cosa acabará ahí... es que además son personas con una energía impresionante que polinizan alegría en todo lo que tocan. Con ellos las fotografías adquieren un valor añadido y siempre son un acierto. Para mí, el mejor equipo.