Laura

UNO DE LOS DIAS MAS MARAVILLOSOS Y MAGICOS DE NUESTRA VIDA!

Después de visitar varios lugares buscando ese lugar que nos iluminara de verdad para celebrar nuestro gran día, nos trasladamos por una recomendación a la Hacienda Jacaranda. Nos habían hablado maravillas de este lugar, los comentarios en diferentes webs eran estupendos, las fotos colgadas en la página parecían que escondían un lugar muy bonito… Pues bien, tras atravesar el portón principal de la Hacienda Jacaranda todo las cosas buenas que nos habían contado no importaba porque se nos ilumino la mirada y apareció una sonrisa tonta en la cara que no podíamos esconder… Solo nos miramos y dijimos “Este es el sitio donde queremos casarnos” Un lugar súper cuidado en cada detalle, situado en un enclave espectacular junto a las montañas. Lo primero que nos encontramos es con su jardín, precioso en cada rincón, con una magia especial. Nos recibieron Juan y Rosa, súper atentos, encantadores y contándonos en cada detalle cada rincón de la Hacienda. Tras ver el jardín, aunque ya estábamos enamorados del sitio, abrieron las puertas del salón, unas antiguas caballerizas con una entrada de ensueño. Todavía se me pone la piel de gallina según escribo estas líneas y más aun recordando lo que sería después el día de la celebración, día que supero con creces, más aun si cabe,  todas nuestras expectativas.

Desde el primer momento Rosa y Juan, y después todo el equipo, te dan la seguridad de que estas en las mejores manos. Su profesionalidad, la forma en que te lo trasmiten, el sentimiento que ponen en cada detalle hacen que todo vaya sobre ruedas desde el primer momento.

Llego el día, y de verdad que lo disfrutamos como nunca. Fuimos con la tranquilidad de que estábamos en un lugar fantástico y en manos de grandes profesionales. Los nervios normales en seguida se van. Todo el equipo estuvo pendientes de nosotros y de nuestros invitados, lo que nos daba una inmensa tranquilidad para disfrutar al máximo. Tanto la preciosa ceremonia, cuidada en cada detalle, el coctel espectacular, con camareros que atienden a cada grupo, la cena exquisita (todavía mi padre y muchos de los invitados nos recuerdan que no han comido un solomillo igual), y después la discoteca hicieron que todos nuestros invitados estuvieran realmente encantados. Todo fueron buenas palabras y nosotros no podíamos estar más felices.

Gracias, gracias y gracias, os estaremos siempre agradecidos por participar en un día inolvidable para todos.