Irene

Fue el primer catering que consideramos y probamos, y no nos hizo falta ver más :) Nuestra boda era un poco difícil porque iba a ser en el campo y había que montar un buen "jardín". Marta nos dio muchísimas opciones desde el principio y nos enseñó con todo detalle los recursos de los que disponía, el mobiliario que podía poner, los platos, el estilo, etc. Nos permitió cambiar cosas sin subirnos el coste, adaptó TODO a nuestras preferencias y trabajó mucho en darnos ideas para el tipo de boda que le habíamos contado. En todo momento superaron con creces nuestras expectativas, que eran altas debido a las mil cosas que organizamos en la boda: puestos, foodtruck por la noche, carrito de helados, bebidas de bienvenida personalizadas, barra libre interminable, escenario, juegos, etc.

La finca era muy grande, porque era el propio campo, y aparte de encargarse de todo el catering, montaron un montón de rincones con decoración preciosa y nos dejaron muchísimo material para poder usar.

Los camareros son maravillosos, Marta se encarga de coordinarlos desde que empieza la boda hasta que termina, y desde luego todo el equipo hizo muchas más horas de las esperadas, y trabajo que en principio no les correspondía. En concreto nuestros invitados fueron especialmente comilones, y Marta no paró de sacar comida en la foodtruck. Montaron la cocina en mitad de la nada y el menú quedó impecable.

Nuestra boda tenía mucho riesgo, había muchas cosas que podían salir mal, pero sinceramente creemos que el 60% de que saliera impecable fue gracias a Marta y todo su equipo de Kozinart, que tuvieron iniciativa y proactividad en todo momento.

GRACIAS <3