- Magazine
- Banquete
-
Proveedores
- Lugares para bodas
- Fotógrafos bodas
- DJ Bodas
- Catering bodas
- Maquillaje novias
- Wedding planners
- Tiendas de novia
- Flores
- Tocados y Complementos
- Tiendas de regalos para invitados
- Tiendas para papelería de boda
- Decoradores de bodas
- Vestidos de fiesta
- Joyerías
- Agencias de viaje
- Coches para bodas
- Tiendas novio
- Maestro de Ceremonias
- Clases de baile
- Boda fuera de España
- Shop
- Invitaciones Invitaciones Invitaciones
- Luna de miel
Debido a que nuestro "catering" no tenía mesas propias, nos vimos obligados a alquilarles el mobiliario a ellos a través de otra empresa. Para empezar, el presupuesto que nos mandaron no correspondía con lo que solicitamos y tuvimos que pedirles que lo revisaran. Tampoco coincidía lo que listaron con lo que finalmente nos llegó a la hora de la celebración. Las mesas hechas de tablones de madera resultaron ser unos chapones sobre dos patas (aclaro que el chapón no es madera).
Como las mesas nos parecieron tan cutres contratamos unos manteles que estaban bastante sucios, aunque en un principio la idea de que se viera la madera nos parecía buena. Por eso, contratamos también unos sobremanteles para poder tapar esas horribles manchas de suciedad. Desgraciadamente, los sobremanteles no llegaron y tuvimos que ir a recogerlos en el mismo día. Cuando llegaron, la organizadora del catering, que era amiga de ellos, se negó a ponerlos encima, por lo que nuestro esfuerzo no sirvió de nada.
Como en toda buena boda de verano que se precie, nos hizo falta realizar la contratación de sombrillas para protegernos del sol. Dos de ellas estaban rotas y no fueron capaces de ofrecernos una solución ni ajustar precios, ya que teníamos dos sombrillas menos. Al final tuvimos que ponerlas encima de unos barriles de cerveza, como si fuera un chiringuito de mala muerte.
Si observáis la puntuación que le hemos puesto que le hemos dado en profesionalidad, veréis que es bastante baja (como todo lo demás). El motivo es que a la hora de venir a recoger el mobiliario querían cobrarnos más a los novios sin tener culpa. La razón era que la furgoneta que habíamos contratado con el catering estaba en medio y la chiquilla no quería moverla. La distancia eran menos de 20 metros, pero al señor conductor le parecía aquello un esfuerzo sobrehumano. Sobreesfuerzo es el que hice yo que les dejé todas las mesas y sillas ya plegadas para facilitarles el trabajo.
Por si fuera poco, tuvieron la poca decencia de insinuar que nos habíamos llevado platos y cubiertos suyos, después de todos estos fallos. Yo aún sigo esperando que me devuelvan el dinero por todo lo que no nos dieron pero pagamos.