Marisa

Actividad

Restaurante La Merced

Utilicé este servicio en mi boda:

Profesionalidad
Calidad/precio
¿Lo recomiendas?

Había estado en varias bodas y me parecio lo más selecto de todo cuanto había visto, y puedo decir que he estado en prácticamente todos los restaurantes de celebraciones de Logroño, Paradores, Bodegas y algunos hoteles en los que también se dedican a este tipo de actos. Siempre como invitada.


Cuando se casó mi hijo sólo teníamos una duda, si el precio sería demasiado para nuestras posibilidades. Miramos en dos o tres restaurantes y sí, hay diferencia, pero no tan grande en comparación con el exquisito servicio que recibes.


Lorenzo Cañas se encarga personalmente de atenderte, aconsejarte y no deja lugar a la improvisación.


Desde que llegas al restaurante te despreocupas totalmente. El personal a su cargo es muy profesional, desde la persona que atiende el guardarropa, los camareros efectivos pero invisibles, la ambientación, la escrupulosísma limpieza.


En los entrantes no faltó ni calidad ni cantidad, nadie tuvo que moverse de su sitio por tomar un aperitivo o una copa de vino.


Ya en el salón comedor, elegantemente acondicionado, hicieron un precioso recibimiento a los novios, y  la comida contundente y exquista, nada de platillos minimalistas de larga lectura y poco fundamento. Quiero resaltar la merluza en aceite de oliva que es un manjar ya piramide de chocolate en los postres.


En los cafés, como se ha hecho costumbre, los padrinos regalan un detalle a los asistentes, lo habíamos acercado un par de días antes y sin tener que estar pendientes nos nos sacaron en un mesa con ruedas y un faldón que la cubría entera, perfectamente presentados.


El paso del comedor al baile fue paulatino,sin que nadie se viera obligado a abandonar la mesa ni la tertulia, (a veces ves a los camareros recogiendo a tu alrededor, y te da la sensación de que te echan) pues aquí no.


En fín que lo recomendamos encarecidamente porque nos sentimos muy satisfechos de haber podido agasajar así a nuestras familias y amigos.


Marisa

8 de julio de 2015