elatorrevig

Conocimos a Álvaro por otra página que no era ésta y desde el principio todo fue amabilidad. Incluso fuimos a ver las dos opciones de vehículo que tenía para decidir cuál nos gustaba más. Según él, sería él mismo quien iría ese día de nuestra boda a dejarnos el Sidecar en la puerta del hotel para poder llegar a la boda (nos dijo que ya había estado más veces en La Granja y se lo conocía). Finalmente ese día, decidió mandar a un chaval joven, al quien él se dirigía como su sobrino, y a quien paró la Guardia Civil camino de nuestra boda retrasándolo según este chico "sólo 20 minutos": Pero lo cierto es que se presentó 50min más tarde de lo acordado, haciendo que la ceremonia en vez de comenzar a las 13h empezara a las 14h y dejar a todos nuestros invitados plantados en la entrada del sitio durante toda esa hora! Por no hablar del mal rato que me llevé corriendo de un lado para otro por el pueblo (nos casamos en La Granja de San Ildefonso), vestido ya con el traje de novio y sudando para quedar con él y porque encima no sabía llegar al punto donde habíamos quedado y se metía por dirección prohibida todo el tiempo! A las 12.40h tuve que avisar a mi novia de que estuviera tranquila en la habitación del hotel y que se retrasaba todo. Ella me llamó a las 13.30h (la boda empezaba a las 13h) diciéndome que nos íbamos andando pero que no esperaba más. Finalmente, a las 13.38h el Sidecar llegó con el consiguiente atropello que llevábamos...
Lo cual causó entre otras cosas, la perdida de 1 hora de barra libre que ya habíamos pagado, y que con las medidas del covid no pudimos disfrutar. Nuestra barra libre solo podía ser hasta 1.30h, pero al empezarla más tarde, perdimos una hora completa de barra, con el consiguiente gasto considerable que conlleva.
A todo esto, Álvaro, con quien hablé por teléfono una vez empezado el cocktail de mi boda, me decía que lo sentía pero que lo habíamos disfrutado, ¿no? Que le tenía que pagar el 100%, a lo que me negué y finalmente, por no discutir en mi propia boda, le pagué prácticamente lo acordado. Ahora, días después, le escribí de nuevo de forma pacifica e intentando explicarle las consecuencias de haber llegado tan impuntual, y Álvaro se cierra en banda sin hacer frente a una compensación devolviendo parte del servicio por los daños y perjuicios que nos ocasionó en el día de nuestra boda, al salir desde el punto donde se encuentran sus Sidecar (Guadalajara-La Granja), con una hora de retraso y echar la culpa a la guardia civil (cuando decían que el retraso era de 20min...). POCO PROFESIONAL y me parece increíble que juegue de esta manera con un día tan importante para las personas, como es el día de su boda. Falta de ética y de moral, no puedo decir otra cosa.