Edgar

En una boda es difícil decir, cuando uno sale contento, qué ha sido lo mejor. Si todo fue genial, nuestra maestra de ceremonias Ariadna fue espectacular. No podemos imaginar ese momento sin ella y es que su profesionalidad y encanto hicieron del día un recuerdo inolvidable. Cuando la conocimos supimos que su experiencia era evidente, estábamos tranquilos en sus manos. Sin embargo llegado el momento nos enmudeció con su forma de llevar todo a la perfección. No podemos estar más agradecidos a su trabajo y a su ayuda. Es una persona encantadora y nosotros una y otra vez la volveríamos a elegir. Gracias por todo, nuestros invitados coinciden en que lo mejor de la boda fue la ceremonia.