daniel.lopez.yube

El mejor sitio con las mejores personas (mención muy muy especial a Mónica). Si no hubiese sido allí, ahora no sé donde nos habríamos casado, porque fue maravilloso. El Monasterio ya lo conocíamos, un lugar especial, una obra maestra demasiado desconocida de nuestra arquitectura, cargado de historia como pocos sitios en España; un lugar único en el que uno puede tener la oportunidad de celebrar el día más importante de su vida. Porque celebrar lo que celebramos allí no tuvo parangón. La iglesia es espectacular (recomendación a futuros: tiene una acústica que es un espectaculo para coros, aprovechadla); el coctel al aire libre fue una cosa muy especial, además a nosotros nos hizo un día buenisimo y quedo una luz de postal. Y luego el banquete en el patio del claustro es una experiencia que, a los invitados que no hayan estado allí nunca antes de la boda, es un regalo que les vais a hacer para toda la vida. Y la fiesta, otro rato que se hace tan corto en ese momento como inolvidable para siempre, en las antiguas caballerizas del monasterio, un edificio en "ruinas" al aire libre.  Una vez allí, girate y mira hacia arriba: ¿quién ha celebrado su boda alguna vez bajo las torres de lo que queda del antiguo castillo?

Todo siempre, en los preparativos de los meses previos y en el mismo día de la boda, acompañados por Mónica, que no deja un puntada sin hilo. Una profesional a la altura del lugar de la que no nos vamos a olvidar nunca.

El menú riquisimo, muy cuidado, hecho en las cocinas del propio monasterio, sin catering; id provar la mano que tiene el chef a la Casa Palacio de Uclés para haceros una idea. 

¿Calidad-precio? Contando todo lo anterior, invatible.