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Elegimos para nuestra boda el 3 de septiembre, el Logis de la Chevallerie.
Desde nuestros primeros pasos en este campo hasta el último, nunca nos hemos arrepentido de nuestra elección.
Por dónde empezar: ya la belleza del lugar. Si dudaba entre el patio interior, magnífico con sus colores de Vendée en las persianas, o el jardín que Eugenie mantiene con mimo, déjese llevar por la belleza de la habitación con su piso de parquet, su altura y su lámpara de araña.
En resumen, comprenderá, nos enamoramos de este lugar.
La gran ventaja es también tener el campo de jueves a lunes, por lo que no hay presión de tiempo. Pudimos disfrutar del lugar con nuestros amigos y testigos.
La Sra. y el Sr. MAISON estuvieron disponibles, presentes y atentos a nuestras preguntas en todo momento. Fue un apoyo tenerlos con nosotros para organizar este evento.
Finalmente el día D pudimos aprovechar cada espacio, cada lugar y esto hasta bien entrada la noche.
Realmente, insisto, fue perfecto.