Ana

Grandes personas y magníficos profesionales

Después de semanas de búsqueda y varias reuniones informativas con proveedores dedicados a la decoración de bodas, por fin dimos con Petite Decó. Tuvimos una reunión en agosto de 2018 para hablar sobre los servicios que nos podían ofrecer, ver ejemplos de trabajos anteriores y proporcionarnos un presupuesto. Inés nos explicó todo con calma y solucionó nuestras dudas con mucha paciencia. Conectamos al momento y nos entendimos muy bien. A los pocos minutos de charla ya sabía qué nos pegaba y qué no. Así, no nos hizo falta mucho tiempo para decidirnos, y al día siguiente contratamos su pack completo. En un primer momento nos asustaba un poco el tema de la distancia, ya que nos casamos en Ourense y ellos tienen su oficina y almacén en Vigo, pero esto nunca supuso un problema para que pudieran realizar su trabajo a la perfección, desplazándose hasta 3 veces antes de la boda a los lugares donde se celebrarían la ceremonia y el banquete.

Lo primero en lo que comenzamos a trabajar fueron las invitaciones. Les mandamos ejemplos de lo que nos gustaría y poco a poco le fuimos dando forma a nuestra invitación. César, su diseñador gráfico, captó la idea al momento, y a partir del primer boceto fuimos cambiando cosas hasta dar exactamente con lo que buscábamos. El resultado fue 100% nosotros, totalmente personalizado y anunciando la temática de nuestra boda.

Desde febrero de 2019 fuimos trabajando más intensamente en todo lo relacionado con las flores y la decoración, tanto de la iglesia como del pazo. Mara fue nuestra mano derecha en todo momento. Comenzamos con un ir y venir de emails en los que intercambiábamos documentos con fotos de inspiración y así fuimos trazando toda la estética de la boda. Si necesitábamos encontrar algo, ahí estaba ella para buscarlo, pedir presupuesto, asesorarnos y finalmente contratarlo o no, en función de nuestra decisión final. Pero, además, nos tranquilizaba mucho ofreciéndonos alternativas y asegurándonos que todo saldría bien. Y así fue.

Nos casamos el 15 de junio de 2019 y el día antes de la boda llegaron con la furgoneta cargada de muebles, flores y una energía e ilusión tan grandes como las nuestras. Igual que nuestros amigos y familiares, ellos eran ya parte de nuestro gran día y deseaban tanto como nosotros que todo estuviera perfecto.

Al día siguiente, cuando llegamos a la iglesia y posteriormente al pazo, nos quedamos con la boca abierta. Todo era mejor de lo que habíamos imaginado y nuestros invitados no paraban de repetir que era la boda más bonita en la que habían estado. Sin duda, Inés, César y Mara tenían muchísimo que ver con eso. Todos los arreglos florales, el rincón de bienvenida con cubretacones y pai-pai, las fotos antiguas de nuestros padres y abuelos, el seating plan, el photocall con su jardín vertical y nuestra frase en un neón, la zona de juegos para los niños, la mesa dulce, las tazas vintage y tote bags que dimos a nuestros invitados y un sinfín de pequeños detalles marcaron la diferencia.

Petite Decó son mucho más que diseñadores, organizadores, y decoradores. Para nosotros fueron nuestro gran apoyo, nuestra suerte. Tienen un almacén repleto de material precioso, los recursos para buscar todo aquello que necesitéis, la creatividad para hacer que se note que esa boda con la que soñáis tiene nombre propio y la calidad humana que cualquier trabajador necesita para conectar con el cliente. Sobra decir que los volveríamos a contratar, una y mil veces.