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Nada recomendable.

Fuimos novios que ibamos a celebar nuestra boda con ellos y a solo tres meses del gran dia tuvimos que romper el contrato con ellos. Nuestra experiencia y los motivos fueron los siguientes:

Nosotros desde el primer momento que contactamos con Enrique y Maika les indicamos que estábamos interesados en hacer la celebración de nuestra boda, siempre que fuese posible incluir platos sin carne o pescado en el menú porque los contrayentes y una parte significativa de los invitados así lo deseábamos. Por supuesto que también prestamos atención al tipo de servicio que ofrecían y a las condiciones de la finca.

En cuanto al servicio nos comentaron que este era esmerado y de calidad, tanto en las vajillas y cuberterías como respecto al personal que participaría. Respecto a la finca nos indicaron que reunía todas las características precisas para dar un buen servicio a los más de 100 invitados que asistirían.

En relación a la inclusión en el coctel de platos vegetarianos afirmaron que así lo realizarían y podrían ofrecer varias alternativas ya que tenían suficiente experiencia en ello como para satisfacer a los asistentes.

A tres meses de nuestra boda nos convocaron a participar en el menú de degustación en las instalaciones del restaurante La Cocina de Malú, en el CD Somontes, Carretera de Madrid-El Pardo, Km 3,400, donde acudimos con nuestras respectivas familias. Aunque hubiésemos preferido que hubiera tenido lugar en la propia finca El Morenillo nos informaron que, por motivo de la pandemia y de la época del año en que estábamos, todavía no se encontraba acondicionada la finca, pero que en verano lo estaría.

Por ello no pudimos comprobar in situ las condiciones en las que se desarrollaría el servicio ni del personal que estaría presente el día de la boda. El día de la prueba del menú en el restaurante La Cocina de Malú nos llevamos diversas sorpresas desagradables: Para empezar, la vajilla y la cubertería, su estado ni mucho menos era óptimo. El servicio lo prestó el propio Don Enrique Aguado, sin otro personal de sala, por lo que no se pudo conocer la calidad del personal que participaría en el banquete. Los platos correspondientes a la parte de coctel que debían ser principalmente sin carne o pescado no estuvieron.

No hicieron el más mínimo esfuerzo por sustituir ninguno de los que ofrecían en su listado como nos habían prometido inicialmente. Ademas, los platos de los postres fueron algunos de los que se ofrecían en su menú, pero ni mucho menos todos o de nivel de banquete de boda.

Unos días mas tarde de la prueba del menú, fuimos a visitar la Finca El Morenillo y pudimos comprobar como los aseos de las instalaciones eran claramente insuficientes para los más de 100 asistentes previstos a la celebración. Se disponía de dos aseos rústicos y de un tercer aseo en el edificio principal que se cerraría una vez finalizada la cena porque es donde reside la familia de Enrique.

Se nos había indicado de nuevo, que solventarían esta deficiencia. Con estas sorpresas de ultima hora e inseguridades sobre su servicio, les comunicamos la profunda insatisfacción por el servicio, menaje y menú ofrecidos en la prueba e igualmente por el déficit de las instalaciones en el sentido indicado.

De nuevo, ese día nos prometieron que se mejoraría todo ello, que nos ofrecerían alternativas en el menú y que se comprometían a buscar y proponernos una mejora de las condiciones de los aseos. En esa reunión acordamos que La Cocina de Malú, en este caso Enrique y Maika, que se pondrían en contacto con nosotros para resolver estos temas en un máximo de quince días.

Aguardado el plazo y sin noticas suyas de lo que se nos había concretado, decidimos que al no tener ningún tipo de garantía de que el servicio de la boda fuese posible, consideramos compromisos con nosotros fueron incumplidos al no estar en condiciones de ofrecer los servicios y condiciones pactados.

De esta forma resolvimos el contrato con ellos estando solo a 3 meses de nuestra boda. Seguimos todavía a la espera de la devolución de la fianza.

Aunque he mencionado antes, pero merece la pena considerar el acceso a la Finca El Morenillo porque tiene un acceso complicado y puede suponer un peligro para alguno de los asistentes.  

Espero que nuestra experiencia pueda ayudar a otras personas, especialmente futuros novios a considerar realmente los servicios que ofrecen para un día tan importante, porque no estan a la altura.