Anais

Lo que más nos gustó fue la idea de estar tan cerca de nuestra casa (Majadahonda) pero esconido y alejado a la vez donde nada ni nadie pudiese importunar nuestro evento. 

El sitio es una auténtica monada y los atardeceres que se ven desde el jardín cuando las guirnaldas están encendidas son espectaculares. 

Además el trato que recibimos desde el primer contacto hasta el final fue exquisito. Siempre muy bien atendidos y dispuestos a ayudarnos con cualquier duda o dilema que pudieramos tener. 

¡Gracias a todo esto el día de nuestra boda fue inmejorable! 100% Recomendable