Alfredo

El 18 de mayo del 2019 fue el dia más especial de mi vida hasta la fecha, casándome en Galiana. Mi mujer es de Boston, y yo de Burgos, aunque vivimos en Nueva York. Desde que encontramos el Palacio de Galiana por casualidad en internet nos quedamos impresionados con su carácter y belleza. En persona, el Palacio es aún más espectacular.

Mi mujer y yo hemos vivido en 5 continentes, por lo que de los 110 invitados de nuestra boda, había 30 nacionalidades representadas, con diversidad de religiones y culturas. Tras la boda, todos los invitados nos transmitieron que quedaron maravillados con la elegancia del Palacio, la cuidada atención del equipo, la calidad del catering, y la belleza de la ciudad de Toledo.

Ambos venimos del mundo de la Arquitectura y de la Moda Internacional por lo que Galiana nos ofrecía un telón inmejorable para nuestra boda. Desde el primer momento, nos maravilló la flexibilidad del equipo. Cuando contactamos con Galiana no conocíamos a Sofía, ni sus vínculos con el mundo del arte, así que fue aún más fascinante poder trabajar juntos en ideas creativas para nuestra boda. El equipo en Galiana es muy profesional, flexible, cercano, y con una sofisticación difícil de encontrar.

A nivel personal, valoro muchísimo la capacidad de trabajo, la humildad y la dedicación. Desde mi perspectiva, cuando ves a la propietaria del Palacio coordinando a todo su equipo hasta que el último de nosotros se va Galiana, ya muy avanzada la madrugada, te sirve de confirmación de que estás en manos de alguien realmente apasionado por crear momentos únicos. Por nuestra experiencia, confiar tu boda en Sofía es saber que tienes de tu lado a una persona extremadamente profesional, creativa, cercana, discreta, y que realmente cree que un evento en Galiana es algo único, y no una mera transacción comercial.

En nuestro caso, el equipo del Palacio de Galiana logró crear el día más especial de nuestra vida. Todo fue perfecto, y a lo largo de las 12 horas que estuvimos celebrando nuestra boda en Galiana, sentimos que tenían todo lo que habíamos planificado totalmente bajo control. Lo único que tuvimos que hacer fue disfrutar... y más de un año más tarde, mi mujer y yo seguimos disfrutando del recuerdo de nuestra boda en Galiana...