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Esta señora está más pendiente de su Instagram que de su trabajo. Ella solo trabaja en cuatro cosas de moda que le interesan. Por supuesto  el trabajo de bodas lo hacen terceros, los montajes de vídeo igual. En concreto el equipo de Marbella es malísimo. El resultado es carísimo y decepcionante, técnicamente las fotos son de una calidad pésima, no tienen criterio en los enfoques, mil bodegones del chaqué, los gemelos, el ramo..., todo así. Una horterada a precio de oro. Ella está a cuidar su frívola imagen de Instagram y las fotos y los montajes los realizan gente de cuarta o becarios. 4.500€ a la basura. Y no da ninguna opción de solución. El disgusto garantizado.