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Daniel Haro fue el fotógrafo de nuestra boda.
Desde el principio el trato con él fue estupendo. Nos habló a las claras de los servicios que ofrecía y de los precios de estos, sin ninguna triquiñuela de por medio.
Contratamos el servicio de Preboda (fotos de los novios con ropa informal unos días antes de la boda, nuestro caso en un parque) y el servicio de fotografía en boda. Laa fotos de preboda se utilizaron para crear un libro de firmas para el banquete.
En nuestro caso había dificultades añadidas pues vivimos en una localidad diferente a donde íbamos a casarnos. Así que tanto la contratación como el concretar detalles antes del evento y el preparar el álbum con las fotos tras la boda tuvo que ser a distancia.
No puedo dejar de remarcar lo fácil que nos lo puso Daniel en todo momento. Las fotos fueron de muy buena calidad, la composición del album quedó estupenda, nos ayudó constantemente tanto a la hora de organizar las fotos en el álbum como para hacer ligeras correciones en las fotos.
Y el comportamiento tanto de Daniel como de su ayudante durante las fotos en las casas de los novios, la ceremonia y el banquete fue tremendamente profesional. Manteniéndose discreto cuando correspondía y sugiriendo fotos y composiciones cuando era oportuno; siendo formal cuando la situación lo requería y relajando el ambiente cuando era necesario (uno se puede poner bastante nervioso cuando le están haciendo fotos con el traje de novio recién puesto).
No puedo insistir lo bastante en lo mucho que recomendaría sus servicios.
Ah, y no olvidéis ofrecerle un refresco durante el banquete. Que con la emoción de la boda se nos olvida que estos profesionales también se merecen algo de beber tras tantas horas sin parar.
Un saludo.