Irene

Mari nos acompañó desde que nos comprometimos y, bajo la modalidad que la contratamos, siempre validó que tuviéramos todo lo importante contratado. Fue indispensable desde el mes y medio previo al matrimonio porque confirmó asistencia, se encargó de gestionar los últimos detalles, coordinó a todos los proveedores para que el minuto a minuto fuera impecable, y el día del matrimonio ni hablar! Estuvo al frente de todo y pendiente hasta el final de la fiesta. Mari sabe interpretar muy bien lo que uno quiere y lo hace con el mejor gusto, es super puntual y ordenada, tiene la mejor actitud y lo más bonito es que lo hace de corazón. Parte de la tranquilidad que tuvimos ese día fue gracias a tener el evento en manos de ella!!!