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Lo mejor de Santiago. La arquitectura neoclásica, el centro de Santiago, la elegancia del salón francés , la historia del salón de los presidentes, todo es un lujo. Todo fue muy profesional, diligente y claro. María José que fue con quien mantuvimos contacto, siempre estuvo disponible para cualquier duda y propuesta, muy amable y dispuesta a ayudar a los novios. Puedo decir que la celebración más maravillosa de nuestras vidas la obtuvimos gracias a casarnos en un lugar así de espectacular.